viernes, 31 de agosto de 2012

¿Por qué hablamos de DESMANTELAMIENTO DE LA POLÍTICA DE NIÑEZ en Quilmes?



La Subsecretaría de Política Integral de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes de Quilmes se crea en cumplimiento de la Ley Provincial Nº 13.298.
Es de público conocimiento que en esta Subsecretaría, en el mes de julio del 2012, se han producido ocho despidos y que uno de los argumentos esgrimidos por las/os funcionarias/os para justificar esos despidos fue la necesidad de reestructuración. Sin embargo, la Ley a partir de la cual se crea la Subsecretaría, enuncia que “es deber del Estado para con los niños, asegurar con absoluta prioridad la realización de sus derechos sin discriminación alguna” (Art. 6), y exige la “asignación privilegiada de recursos públicos en las áreas relacionadas con la promoción y protección de la niñez; preferencia en la formulación y ejecución de las políticas sociales públicas; preferencia de atención en los servicios esenciales” (Art. 7). Por consiguiente, ni la falta de recursos, ni ninguna necesidad que exceda el área de niñez pueden constituir argumentos para reducir el área y retroceder en la prestación del servicio que desde la Subsecretaría se venía otorgando a miles de niños/as y adolescentes de Quilmes.
Por este motivo, los/as trabajadores/as del área de Restitución de Derechos de la Subsecretaría (área en la que se produjeron los ocho despidos), es que consideramos que se está poniendo en marcha un proceso de desmantelamiento de la política de niñez en Quilmes, cuyos detalles desarrollaremos a continuación.
Hasta el mes de Julio del 2012, el Equipo de Restitución de Derechos de la Subsecretaría, se encontraba conformado de la siguiente manera: trece equipos técnicos, formados, cada uno de ellos, por un trabajador social, un psicólogo y dos educadores en ciudadanía; y una Dirección Jurídica integrada por abogadas.
- Tres de los equipos técnicos, eran equipos de Emergencia, es decir, equipos que atendían situaciones de extrema vulneración de derechos y que requerían una intervención inmediata, muchas de las veces, en el mismo día.
- Siete de los equipos, eran equipos de Seguimiento, que se distribuían las situaciones por zona, y atendían situaciones de distintos niveles de gravedad.
- Existía un equipo de Documentación, que se encargaba de gestionar todo lo atinente a la documentación de niño/as y sus familias, así como también, de garantizar el acceso a programas y planes sociales que les correspondían a las personas con las que trabajamos.
- Había un equipo de Familia, que trabajaba con niños expuestos a violencia de género. La importancia de este equipo reside en que, si bien el Municipio de Quilmes cuenta con un área que trabaja con mujeres víctimas de violencia de género, no existe ningún equipo que trabaje con los hijos de estas mujeres, víctimas de la misma violencia.
Respecto a estos últimos dos equipos, resulta fundamental señalar que las situaciones con las que trabajan tienen su especificidad, por lo que el correcto abordaje de cada una de ellas, requiere conocimientos acordes a esa especificidad, tanto de instituciones con las que articular, como de trámites a realizar y, principalmente en el caso del equipo de Familia, conocimiento acerca de la particularidad de la problemática de violencia de género.
- Existe el equipo de Punto de Encuentro, encargado de recibir las situaciones nuevas, hacer las primeras entrevistas, asesorar a las familias acerca de las primeras acciones a tomar y llevar a cabo las primeras gestiones que conforman la estrategia de intervención.

Luego de la reestructuración formulada en julio del 2012, el Equipo de Restitución, pasó de estar formado por trece equipos, a estar formado por nueve equipos.
Algunos de estos equipos ya no se encuentran conformados interdisciplinariamente, sino que existen equipos integrados sólo por trabajadores/as sociales, o sólo por psicólogos/as. Cabe aclarar que la Ley 13.298, en su Art. 20, exige la mentada interdisciplina en los equipos, por lo que la nueva conformación, incumple la ley.
Por otra parte, ya no existen más ni el equipo de Documentación, ni el equipo de Familia, por lo que las situaciones que previamente trabajaban estos equipos (cuya especificidad fue resaltada previamente) de ahora en más, serán abordadas por cualquiera de los nueve equipos existentes en la actualidad, que no cuentan con los conocimientos específicos que esas situaciones requieren para un mejor abordaje.
Asimismo, después de la reestructuración, las situaciones ya no se distribuyen a los equipos por zona. Esta nueva/vieja práctica, va en desmedro de la calidad de intervención, puesto que el hecho de que las situaciones se asignaran por zona hallaba su fundamento en el anclaje que cada equipo podía tener en la zona en la que le tocaba trabajar; a saber, conocimiento del barrio, de las instituciones, organizaciones y recursos con los que cuenta cada comunidad, así como también el contacto cotidiano de cada equipo con esas instituciones y referentes barriales. Al no asignarse las situaciones por zona, ese conocimiento de la comunidad y sus recursos que, finalmente redunda en una mejor calidad de atención, queda perdido y se dificulta que el equipo interviniente pueda brindar respuestas comunitarias a cada situación y garantizar a los/as niños/as y familias con las que trabaja “el acceso a programas y planes existentes en su comunidad”, como lo exige el Art. 18 de la Ley 13.298.
Por otra parte, actualmente tampoco existe más la distinción entre equipos de seguimiento y equipos de emergencia. Es sabido que, por la enorme cantidad de situaciones que el Equipo de Restitución trabaja y los distintos niveles de gravedad y urgencia  de cada una de ellas, los equipos no pueden (como tampoco podían antes de la reestructuración) abordar todas las situaciones que reciben, inmediatamente al momento de haberlas recibido. Sin embargo, la distinción entre equipos de Seguimiento y equipos de Emergencia, permitía que las situaciones más graves y que requerían una intervención inmediata, fueran abordadas en esa inmediatez por los equipos de Emergencia, y las situaciones que no exigían una intervención inmediata, también pudieran ser abordadas y trabajadas cuidadosamente.
Ahora bien, al no existir tal distinción, lo que sucede es que cuando un equipo recibe una situación de emergencia, se encuentre en la necesidad de postergar el abordaje de situaciones menos urgentes, desatendiendo así a miles de niños/as y familias que tienen sus derechos vulnerados.
            Por último, también se ha modificado la orientación que están adquiriendo las intervenciones. Uno de los principales objetivos que las intervenciones del Equipo de Restitución tenía, más allá de garantizar el acceso a planes o programas sociales, a tratamientos de salud o la escolaridad, consistía en promover procesos de empoderamiento y autonomía en las familias con las que trabajamos. Trabajar en la persecución de estos objetivos requiere de mucho tiempo, a veces más de un año, de trabajo continuo con las familias. Actualmente, a partir de la reestructuración, se pretende que trabajemos como máximo 6 meses con cada situación, y luego le demos un cierre. Se pretende restringir las intervenciones a facilitar el acceso a los planes sociales que hay, gestionar turnos en los hospitales, solicitar medidas de protección para los niños, solucionar problemas de documentación, y luego dar por concluida nuestra tarea. Pero cabe la pregunta, ¿dónde quedan la construcción del vínculo con las familias, imprescindible para generar consensos; los procesos de fortalecimiento en los que trabajamos (sólo después de los cuales se puede lograr autonomía); la articulación con diferentes actores institucionales y sociales que pueden implicarse en una situación?
En este sentido, consideramos fundamental destacar que la progresividad en el reconocimiento de derechos implica que los Estados están obligados a avanzar en el nivel de protección de los derechos fundamentales creando nuevos y mejores servicios a tal fin, lo que implica asimismo, prohibición de regresividad, es decir, que no se puede retroceder en la prestación de servicios que promueven el acceso a derechos.
Es por esto, que no entendemos a la “reestructuración” como algo beneficioso. Que estamos desconcertados sobre el cómo seguir. Que la subsecretaría sin los ocho compañeros despedidos, es claramente desmantelamiento; que la implementación de la política de infancia debe ir en claro progreso, y lo que se hizo fue un retroceso.
Es así que, en medio de ésta jornada, intentamos hacerles llegar una breve explicación de por qué hablamos de desmantelamiento. Les pedimos se tomen un tiempo para su lectura, quedando a la espera de una opinión.

Trabajadorxs de la Subsecretaría de Infancia y Adolescencia de Quilmes. Organizados por la reincorporación de los ocho compañerxs despedidxs, y la exigencia de condiciones laborales dignas para todxs.
Porque… si no se garantizan los derechos de lxs trabajadorxs, ¿cómo podemos garantizar los derechos de los niños?

Contacto y adhesiones: trabajadorxsderestitucion@gmail.com

lunes, 13 de agosto de 2012

Segunda carta abierta en respuesta a Graciela Soler, Javier Moro, María Ana Monzani, Mario Zerbino y Adriana Jou

Los/as trabajadores/as del equipo de Restitución de Derechos, no desconocemos todos los avances que en materia de política de niñez se han producido en la actual gestión. No lo desconocemos, ni lo negamos.

Ahora bien, resaltar que se ha avanzado, incluso que se ha avanzado mucho, no debería ser usado como argumento para invisibilizar lo que aún continúa pendiente, ni aquellos factores que impactan negativamente en la implementación de las políticas de promoción y protección de derechos de niños/as y adolescentes, salvo, claro, que exista un compromiso mayor con las autoridades que con las políticas mismas.

Y entendemos que la promoción y protección de derechos de los/as niños/as está relacionado con los derechos de los/as trabajadores/as, porque somos nosotros los que día a día trabajamos cara a cara con los/as niños/as y sus familias, y el estar exceptuados de derechos laborales tan básicos como la estabilidad (entre otros), repercute directamente sobre la calidad del servicio que nosotros, como trabajadores/as, podemos prestar. Y existe sobrada producción teórica al respecto. Por mencionar un ejemplo, como es sabido, entre las principales causas del burn-out, se encuentran aspectos organizacionales/institucionales tales como falta de seguridad económica (estabilidad y adecuación de las remuneraciones) y la necesidad de dedicación full-time para la resolución de situaciones complejas (dedicación que nunca está contemplada dentro de la retribución); mientras que entre sus consecuencias directas se halla la dificultad para desarrollar adecuadamente las actividades laborales.

En el mismo sentido se expresa un informe elaborado por la OMS en el año 2000 donde resalta que los trabajadores son el recurso más importante que tiene el sistema de salud para lograr su eficacia, y recomienda invertir en el mantenimiento de los recursos humanos, puesto que estos son vitales para el buen funcionamiento del sistema y para conseguir que éste ofrezca una buena calidad de servicio. Por supuesto, que esto es extensible a todos los organismos y, principalmente, a aquellos que trabajan con poblaciones en situaciones de vulnerabilidad.

Por lo tanto, que nuestras acciones se constituyan en herramientas para que se efectivice el acceso de los niños a lo que les corresponde, depende directamente de todos aquellos aspectos que configuran nuestro ámbito y condiciones laborales. Negar esta relación, o considerarla una confusión con conflictos de adultos, es sencillamente tendencioso, puesto que damos por descontado que Graciela Soler, Javier Moro, María Ana Monzani, Mario Zerbino y Adriana Jou no pueden desconocer que ambas cuestiones se encuentran íntimamente vinculadas, ni toda la bibliografía existente que señala tal relación.

Asimismo, si la precarización laboral de los/as trabajadores/as del área de niñez impacta negativamente sobre las acciones que nosotros podamos implementar para contribuir al acceso a derechos de los/as niños/as, ¿se puede sostener que llevar adelante reivindicaciones por los derechos de los unos y los otros (ya que se encuentran íntimamente relacionados) significa no reconocer a los niños como sujetos de derechos y, por ende, cosificarlos? Cierto que no. Pero lamentablemente, constatamos una vez más, la profunda disonancia existente entre lo real y lo discursivo: “no se puede dejar de atender las situaciones de vulneración de derechos de los niños/as” asociado a bajo presupuesto, y a las peores condiciones laborales. ¿Es que se puede sostener que se le asigna prioridad a la política de niñez, si quienes la implementamos somos trabajadores precarizados, exceptuados de derechos fundamentales? Cierto que no, puesto que ni Ruth Kochen, ni Valeria Isla pueden implementar ninguna política solas, sin trabajadores, salvo que se crea que son, no sólo irremplazables e imprescindibles, sino también, omnipotentes. Y nosotros, sabemos que no.

Primera carta abierta en respuesta a Graciela Soler, Javier Moro, María Ana Monzani, Mario Zerbino y Adriana Jou

Cuando de espacios se trata, una trayectoria es la huella que un recorrido traza entre dos puntos del mapa. Cuando se trata de tiempos, el intervalo diacrónico que se abre entre dos casilleros del calendario. Las trayectorias nos hablan de un tránsito ininterrumpido, continuo, vacío. Son reductibles a una cifra, mensurables, comparables. ¿Cuánta distancia recorriste? ¿Cuánta antigüedad tenés?

Los veteranos suelen recurrir a la trayectoria cuando, seniles, olvidan la multiplicidad de experiencias vividas. Las experiencias son extrañas a las trayectorias. Mientras éstas son imágenes fijas, las experiencias son inquietas. Tienen vida propia. Sus formas son irreversibles, irreemplazables, incomparables. Algunas duran apenas un instante. A otras, la duración les resulta insignificante.

En otras ocasiones, los veteranos recurren a la trayectoria cuando ven puesto en riesgo su mando aristocrático. Resabio moderno de la gerontocracia, la antigüedad es una forma de gobierno de la tradición que, como tal, le tiene vértigo al movimiento. Para los veteranos, temblor y terror tienen, nuevamente, un mismo tenor.

A veces, la palabra muerta de las leyes resulta más sabia que la viva –aunque agonizante
de los veteranos. Las leyes de infancia nos hablan del niño como sujeto de derechos basado, entre otras cosas, en su derecho a ser escuchados. Su derecho no es a la palabra, simplemente porque la palabra no es un derecho que se adquiera. La palabra no se pide. La palabra no se otorga. La palabra se toma. Y sin dar nada a cambio más que la palabra propia.

Muchas veces se nos ha preguntado a los trabajadores de la Subsecretaría de Infancia de Quilmes cuál es el rol del adulto en la vida un niño. Tal vez, quienes nos hayan formulado la pregunta ya tengan de antemano la respuesta. En dicho caso, lo que quizás hayan buscado, en un digno ejercicio de sacerdocio, no es tanto una respuesta como un índice de evaluación. El derecho de los niños a ser escuchados nos obliga a los adultos a disponernos a la escucha. A prestar atención. A ser todo oídos. Tal es una de las principales tareas que los trabajadores de la Subsecretaría realizamos día a día en nuestro laburo. Escuchar y, antes que ello, tramar un vínculo que permita la escucha, un vínculo en que la escucha confíe.

Introducir un discurso haciendo mención a la trayectoria de quien habla, dando cuenta de su antigüedad, de los años dedicados a tal o cual materia, puede ser leído como un último recurso –bastante pobre, por cierto
para fundamentar aquello que se procura luego decir. Cuando lo que se va a argumentar a continuación es la condición de los niños como sujetos de derecho, más que fundamentar de modo estéril, la introducción produce una desestimación de todo el discurso posterior. A no ser que se considere que los niños tienen derecho a ser escuchados para que luego su palabra sea e-valuada según la antigüedad de quien habla.

A los trabajadores despedidos de la Subsecretaría de Infancia se nos dijo somos unos chiquilines. La utilización del calificativo de infante de manera peyorativa compone un agenciamiento común con el recurso a la trayectoria como fundamento argumentativo. Porque somos chiquilines no se nos escucha. O se nos escucha evaluando nuestra palabra como la palabra de un chiquilín: una palabra chiquita, una palabra pobre.

El informe presentado por las abogadas del municipio en el Ministerio de Trabajo dice que los trabajadores de la Subsecretaría de Infancia, al igual que el resto de los mensualizados, nos encontramos en un régimen de excepción, no poseyendo estabilidad en nuestro empleo. Pero no es sólo el derecho a la estabilidad aquel del que se nos exceptúa. También del derecho a la escucha. Los trabajadores de la Subsecretaría de Infancia fuimos despedidos por hablar. Por tomar la palabra. Por negarnos a exponer nuestro malestar. Por no querer escucharlo.

La distinción entre cuerpo y sujeto ha sido largamente estudiada por la filosofía política. Tal distinción permitió, entrado el siglo XX, la puesta en funcionamiento de máquinas fascistas de despersonalización. Hoy día asistimos a la continuación de tal distinción en la proliferación de una cada vez mayor variedad de modos jurídicos de subjetivación: derechos de los niños, derechos de las mujeres, derechos de los trabajadores, derechos de los consumidores, derechos de los migrantes, derechos de los pueblos originarios… y sigue el listado. Tomando prestada la retórica latinoamericanista tan de moda por nuestros días, proponemos llamar a este fenómeno la tupacamarización del sujeto de derechos. Esta tupacamarización del sujeto permite que se vulneren los derechos de algunos creyendo, con ello, no desproteger los derechos de todos los demás. Aún más, bien se pueden exceptuar los derechos de los trabajadores de organismos de derechos creyendo ello no produce, de manera concomitante, una vulneración de los derechos de aquellos con quienes dichos trabajadores día a día trabajan.

Uno de los roles de los adultos en la vida de un niño es prestarse a la escucha. La escucha atenta se encuentra en la base de una ética del reconocimiento del otro en cuanto sujeto. Pero también lo es la devolución sincera de una palabra verdadera. A los niños hay que decirles la verdad. Buscar los modos de hacerlo es tarea de quienes trabajamos día a día con ellos. Pero siempre la verdad, sin mentiras ni eufemismos ni enmascaramientos. Los trabajadores despedidos de la Subsecretaría de Infancia nos preguntamos: ¿qué les dirán a los niños con quienes veníamos trabajando desde hace meses –y, en algunos casos, años
cuando sean otras las personas con quienes tengan que sentarse a hablar? ¿Que fuimos cesanteados por razones de servicio? ¿Que fuimos trasladados por razones de reestructuración? ¿Que se nos otorgaron cartas de recomendación para mejores trabajos? ¿Que se ha descubierto que aquellos que se prestaron a escucharlos durante tanto tiempo eran malos profesionales? ¿Que existen informes secretos que cuestionan nuestra labor, que ellos, los niños, no pueden ver pero que, dentro de treinta años, cuando ya sean grandes, podrán exigir su desclasificación? ¿Que ya deberían estar acostumbrados a la alta rotación de personal? ¿Que éramos como las piezas intercambiables de un Rasty y que lo mismo da que hablen con nosotros como con cualquier otro? ¿Que cierren los ojos, olviden a quiénes tienen en frente y digan lo que tienen que decir? ¿Que tengan paciencia y esperen a que los trabajadores reemplazantes generen con ellos el vínculo que después de muchos encuentros tramaron con quienes fueron despedidos? ¿O les dirán que fuimos despedidos porque no se nos quiso escuchar? ¿Les dirán que aprovechen la oportunidad que tienen ahora de ser escuchados porque, en cuanto sean grandes y trabajadores, serán exceptuados de sus derechos?

Alguna vez, alguien dijo que, mientras exista sobre la Tierra una sola persona privada de su libertad, el mundo entero será una gran cárcel. Hoy, los trabajadores de la Subsecretaría de Infancia decimos que, mientras exista en Quilmes una sola persona privada de escucha, el municipio entero estará completamente sordo. Y toda política de derechos será una pantomima.

viernes, 10 de agosto de 2012

El Consejo Local de Quilmes no se posterga


Jornada de debate sobre las políticas para la niñez - Viernes 10 de agosto a las 13 hs. en las puertas de la Secretaría de Desarrollo Social, Irigoyen 273

Uno de los puntos centrales que establece la Ley 13.298 de Infancia y Adolescencia es la creación de Consejos Locales a los fines de delinear la política para la niñez en cada municipio. Estos Consejos se encuentran conformados por las distintas organizaciones políticas, sociales y gremiales que desarrollan tareas de promoción y protección de derechos de la infancia. Gran parte de tales organizaciones existen mucho antes de la sanción de la ley, así como de la creación de los organismos estatales dedicados a su implementación. En algunos municipios, de hecho, los Consejos Locales fueron conformados de manera autónoma por las organizaciones sociales previo al desembarco en ellos de las instituciones del Estado.

En Quilmes, el intendente Francisco Gutiérrez firmó el decreto de adhesión a la Ley 13.298 en 2008. Dos años más tarde, la Secretaría de Desarrollo Social, a cargo de la Sra. Valeria Isla, convocó a la primera reunión del Consejo Local de Quilmes. Sin embargo, a pesar de ser el actor fundante, la participación en él debiera ser en condiciones de igualdad con las organizaciones de la sociedad civil que lo componen. El documento base del Consejo refiere explícitamente que “este Consejo es el corazón de la participación y el compromiso democráticos”.

La fecha de la próxima reunión del Consejo Local de Quilmes fue decidida para el día viernes 10 de agosto. En un acto de absoluta discrecionalidad y autoritarismo, la Secretaria de Desarrollo Social Valeria Isla decidió, “por razones de agenda”, postergar de manera unilateral la reunión para el 31. Las “razones de agenda” son el eufemismo utilizado por la Secretaria para no hablar del despido de 8 trabajadores de la Subsecretaria de Infancia y Adolescencia. Valeria Isla fue quien decidió, sin motivo alguno más que el ejercicio de los trabajadores de su derecho a la organización gremial, la efectuación de dichos ceses laborales un mes atrás, a partir de los cuales, luego de que el hecho tomara público conocimiento en distintos medios, la funcionaria fue objeto de repudio por parte de la comunidad quilmeña.

La vulneración de los derechos laborales de los trabajadores de infancia conlleva, de manera indefectible, una vulneración de los derechos de aquellos con quienes dichos trabajadores trabajan cotidianamente: los pibes y pibas de Quilmes.

Con el objetivo de poner en acto la participación y compromiso democrático de los que habla el documento base del Consejo Local de Quilmes, los trabajadores y trabajadoras de la Subsecretaria de Infancia, junto a compañeros de distintos organismos de protección de derechos de otros municipios, invitamos a todas las organizaciones sociales, vecinos y trabajadores de Quilmes a una jornada de debate sobre los modos de implementación de las políticas para la niñez. Porque el Consejo lo componemos todos y todas quienes participamos de él, decidamos en asamblea su no postergación. Nos reunimos este viernes 10 de agosto a las 13 hs. en la puerta de la Secretaría de Desarrollo Social, Yrigoyen 273.

11 horas: Concentración en la plaza de los artesanos.

12 horas: Radio abierta frente a la Secretaría de Desarrollo Social.

13 horas: Jornada de debate.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Quinto comunicado de los trabajadores y las trabajadoras de la Subsecretaría de Infancia de Quilmes


   
Después de dos audiencias, el martes 7 se cerró el proceso de conciliación en la Delegación Regional Quilmes del Ministerio de Trabajo, sin que se lograra un acuerdo entre los representantes legales del Municipio y la Subsecretaría, y los trabajadores ytrabajadoras de la institución.

Con el mismo discurso que sostuvimos desde que se inició el conflicto, ratificamos en el Ministerio que los despidos respondían a una clara persecución política hacia quienes expresaban reclamos laborales, pusimos de manifiesto los habituales maltratos de la Subsecretaria, Ruth Kochen, hacia los profesionales del área, y afirmamos que la restructuración implica, en realidad, el inicio del desmantelamiento de la institución.

Asimismo, les solicitamos a las abogadas que aclararan qué criterios se habían tomado en cuenta para calificar el trabajo de los ocho despedidos, debido a las múltiples declaraciones a la prensa de la Secretaria Valeria Isla, en las que argumentaba la decisión en base a un supuesto mal desempeño de los compañeros cesanteados.

Estado de excepción

Las respuestas de la representante legal y técnica de la Municipalidad, Silvina Lima, y de la abogada de la Subsecretaría, Pamela Cao, clarificaron la forma en la que, desde la intendencia de Quilmes, se concibe a los trabajadores.

Señalaron, las letradas, que como nos afiliamos a ATE después de los despidos, el argumento de la persecución sindical carece de “sustento jurídico”. Incluso una abogada, apegada a la fría letra de la ley e ignorante de los siglos de historia de conflictos laborales, sabe que los trabajadores pueden reclamar que se respeten sus derechos y responder a los maltratos de un superior aun desde antes de afiliarse a un sindicato. Si la consecuencia es el despido de quienes expresaron esos reclamos, ¿cómo debería entenderse el castigo, si no es como una persecución y un intento de disciplinamiento hacia el conjunto de los trabajadores?

Las abogadas del Municipio afirmaron, también, que por el tipo de contratos que tenemos –por integrar la planta temporaria– estamos inscriptos en un régimen de excepción. Que no contamos, en consecuencia, con los derechos básicos que tiene cualquier trabajador, como hacer asambleas en horario laboral o efectuar un paro.

Más aún –en el lenguaje técnico de las funcionarias–, la situación estatutaria de los trabajadores temporarios no impide que la Intendencia haga uso de sus facultades en torno a la remoción de los trabajadores que, por integrar la planta temporaria, no tienen derecho a la estabilidad.

Los argumentos referidos constan formalmente en un escrito ingresado por las abogadas del Municipio en la última audiencia (que difundimos con el comunicado). Cuando la Secretaria de Conciliación del Ministerio les informó a las doctoras que los trabajadores íbamos a disponer de una copia, le preguntamos si podíamos hacer público el texto. Después de oír que nos contestaba que sí, la representante legal y técnica del Municipio, Silvina Lima, se paró y tironeó del papel con la funcionaria, mientras decía que cómo podía ser, y que entonces no iba a ingresarlo.

Hacer uso de sus facultades en torno a la remoción de los trabajadores que carecen de estabilidad, según se desprende de otros dichos de las abogadas del Municipio, no es otra cosa que la posibilidad de efectuar despidos sin causa alguna, de manera discrecional y arbitraria. Aún bajo la suposición de que realmente sea una facultad legal –hipótesis que se discutirá en la justicia–, cuesta comprender cómo funcionarios que se dicen progresistas echan mano, sin sonrojarse, a las posibilidades que les ofrece un sistema de contratación que decían combatir.

Los trabajadores y trabajadoras de la Subsecretaría queremos dejar constancia de que, cuando la gestión de Francisco Gutiérrez sostiene que los trabajadores no tenemos derecho a la estabilidad laboral, no solo afecta nuestras condiciones laborales. Al exceptuarnos de nuestros derechos, desatiende los derechos de niños, niñas y adolescentes que padecen situaciones de vulneración. Las situaciones con que trabajamos precisan del paciente apuntalamiento de un vínculo afectivo con las familias. La constante rotación de profesionales hace que dicho vínculo se pierda, cada vez, yendo en detrimento de los derechos y garantías consagrados. Es así el propio Municipio quien desprotege los derechos de pibas y pibas de Quilmes, no atendiendo a las condiciones de aplicación de la política de Infancia.

Mentiras soberanas

Desde que se inició el conflicto, la Secretaria Valeria Isla afirmó por diferentes medios de comunicación que los despidos se debían al mal desempeño de los trabajadores. El Intendente Francisco Gutiérrez también se refirió al tema. Según publicaron diferentes diarios de Quilmes, declaró que no se trataba de despidos sino del fin de los contratos de los compañeros cesanteados.

En el Ministerio de Trabajo, sin embargo, las representantes legales del Municipio reconocieron que los ocho trabajadores fueron despedidos –algo que de todas formas el Intendente sabía: unos días antes, él mismo había firmado la prolongación de los contratos hasta fin de año–, y no hicieron referencia alguna al mal desempeño. Cuando les pedimos explicaciones por las declaraciones de Valeria Isla, tanto la representante legal y técnica de la Municipalidad, Silvina Lima, como la abogada de la Subsecretaría, Pamela Cao, afirmaron “desconocer” los dichos de la Secretaria.

Era el Ministerio de Trabajo –más que la prensa– el ámbito donde afirmar y probar las deficiencias de los trabajadores en el cumplimiento de sus funciones, si es que se trataba de la causa real de los despidos. Como no lo hicieron, le solicitamos a Valeria Isla que rectifique públicamente sus declaraciones acerca del desempeño de los compañeros y las compañeras, con la misma insistencia con la que desde hace semanas se dedica a injuriarlos.

De la misma manera, le pedimos a la Subsecretaria Ruth Kochen, quien en múltiples ocasiones sostuvo que no toleraba la mentira, que desmienta públicamente las injurias de la Secretaria sobre el trabajo de los compañeros despedidos, de quienes conoce muy bien el compromiso con el que desempeñaron sus funciones. 


























Exigimos:

·La inmediata reincorporación de los ocho compañeros despedidos.

·Su permanencia en el lugar de trabajo para el cual fueron contratados.

·Garantía de continuidad laboral de todos los compañeros y compañeras de la Subsecretaría de Política Integral de Promoción y Protección de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes.

·Implementación efectiva de la Ley Provincial 13.298.


Contacto y adhesiones: trabajadorxsderestitucion@gmail.com
Blog: www.trabajadorxsderestitucion.blogspot.com.ar
FB: /trabajadorxs.restitucion